miércoles, 5 de marzo de 2014

Call of Duty Modern Warfare: Estrategias hegemónicas virtuales


Por: Carlomario Venturo. Antropólogo UNMSM

-         Gaz: Las buenas noticias primero; el mundo está bien. Tenemos una guerra civil en Rusia, patriotas contra ultranacionalistas rebeldes y 15 000 armas nucleares en juego.

-         Cap. Price: solo otro día en la oficina.

-         Gaz: Khaled Al-Asad. Actualmente es el segundo hombre más poderoso en Oriente Medio. Dicen que tiene pelotas suficientes para llegar hasta la cumbre. Inteligencia no lo pierde de vista.

-         Cap. Price: ¿Y las malas noticias?

-         Gaz: Hoy se nos une un tipo nuevo que acaba de llegar de selección. Se llama Soap.[1]

Asi comienza la cuarta entrega de la saga del videojuego de disparos en primera persona Call of Duty: Modern Warfare la primera dentro de la saga que rompió con el clásico tema de la Segunda Guerra mundial, para desarrollar una trama que tiene un conflicto ficticio pero con una temática bélica contemporánea, el juego desarrollado por Infinity Ward fue lanzado en el año 2007; se desarrolla en un hipotético 2011 y tiene como teatro de operaciones a una Rusia azotada por una guerra civil entre Ultranacionalistas[2] y los Patriotas, asi como en Oriente Medio en un país que no se nombra, donde después de una revolución que derroco a la monarquía gobernante, el nuevo gobierno resultado de la revolución es acusado de colaborar con Occidente y el presidente Yasir Al-Fulani es depuesto y ejecutado por un Golpe de Estado liderado por Khaled Al-Asad.  

Los Estados Unidos decide invadir dicho país y capturar a Al-Asad, mientras tanto un comando británico del SAS[3] opera en Rusia siguiéndole los pasos al líder de los Ultranacionalistas Imran Zakhaev y descubriendo la conexión entre esta facción y el gobierno de Al-Asad (en la segunda misión intervienen un carguero ruso que transportaba ojivas nucleares rumbo a ese país en medio oriente) Nikolai el informante ruso con conexión con la inteligencia británica luego de ser liberado por el SAS, les dice que los norteamericanos no cogerán a Al-Asad con vida; la trama avanza con los marines jugando al gato y al ratón con las fuerzas de Al-Asad; avanzando rumbo a la capital del mencionado país sin nombre, donde supuestamente él se encontraría, cayendo en la trampa y siendo barridos por una explosión nuclear.

A partir de este desastre militar que se salda con la muerte de los 30.000 marines en el operativo, la historia da un giro en la cual se revela quien es Zakhaev, Al-Asad es encontrado y asesinado en una cabaña en Azerbaiyán, y el Cap. Price del SAS nos cuenta una misión fallida de hace 15 años en la que se le encomendó la orden de asesinar a Zakhaev en Prypiat, cuando este era un traficante de armas nucleares; los EE.UU. junto con los británicos forman la Task Force 141[4] y van a la caza de Zakhaev, en los operativos asesinan al hijo Imran Zakhaev provocando la venganza de este que termina por intentar lanzar un ataque nuclear contra la costa oeste de los EE.UU. la Task Force 141 es enviada a frustrar el intento, misión que  termina con el triunfo de los “buenos” (EE.UU. y sus aliados, incluyendo la facción patriota rusa) y la muerte de los “malos”(los Ultranacionalistas y Khaled Al-Asad).  

El juego lleva consigo un discurso de hegemonía y poder que pretendo analizar. Juan Carlos Ubilluz, en La pantalla detrás del mundo, propone que la función ideológica que tiene la industria cultural del cine es la de crear fantasías, es decir, un soporte para la realidad o justificaciones para los  para los fines del sistema capitalista. La industria cultural de los videojuegos no sería la excepción, siendo esta industria una de las fábricas de discursos legitimadores y creadores de discursos para sustentar la hegemonía del sistema capitalista. En el caso de Call of Duty, éste tiene como escenario un país de medio oriente, anticipándose a las revueltas de la primavera árabe. Para poder entender como el videojuego crea esto he decidido poner como ejemplo dos elementos dentro del juego: a) las introducciones a las misiones y b) la misión 3 del prólogo “El Golpe”.

1.

Todas las misiones antes de empezar tienen una escena introductoria en el cual se te explica la misión mientras observas el mundo a través de un satélite militar, y te guía hasta donde está el teatro de operaciones, esta interfaz supone una imagen de dominio total del planeta, se supone una premisa de que “no hay rincón en el planeta donde te puedas esconder de mi vigilancia satelital” y “los individuos sospechosos de estar en mi contra siempre estarán vigilados” y “mis fuerzas actuaran para reprimirte como sea”, asi como la visión de la sociedad panóptico propuesta por Michel Foucault; sin embargo en el juego este dominio es vulnerado varias veces por parte de Al-Asad tanto asi que este les hace creer que se encuentra en su país cuando en realidad se encontraba escondido en Azerbaiyán; haciendo un paralelismo con el juego del gato y el ratón entre Osama bin Laden y las fuerzas de la coalición en Afganistán.

Entre la sensación de tener control y ejercer el poder dentro de la lógica del capitalismo tardío y la proliferación de sistemas de seguridad está el goce en el sentido lacaniano  del asunto, pues a pesar de esa sensación de tener el control hay una paranoia de ser derrocados. El miedo en esta paranoia (o conspiranoia) aparece en el videojuego después, cuando la sensación de control se ve vulnerada ante la destrucción de su ejército en medio oriente, y luego en el inminente ataque nuclear sobre los EE.UU. cuando Zakhaev decide vengar la muerte de su hijo. En la siguiente entrega de la franquicia Call of Duty Modern Warfare 2, el sistema de vigilancia global colapsa por un ataque cibernético siendo los EE.UU. son invadidos por los rusos. Esta misma temática se repite en otros videojuegos contemporáneos como Homefront[5] o en películas como Amanecer rojo. Si Zizek afirma que para el capitalismo tardío es más fácil imaginar el fin del mundo que un cambio fundamental en el sistema de producción, también es más fácil imaginar invasiones  “Totalitarias” y guerras mundiales.

Si bien en el juego tanto los británicos como los Norteamericanos no hacen parloteos de ser los abanderados de la “libertad” - creo que lo dan por sobreentendido- a los enemigos se les representa haciendo proclamas con discursos de características “Totalitarias”; opuesto al pensamiento hegemónico del capitalismo y su fin de futuros y utopías, los buenos aunque no lo dicen reproducen este discurso; como mencione líneas arriba no te hablan de democracia ni de defender la “libertad” como se hacía en la guerra fría y se los viéndoseles concentrados, haciendo su trabajo de vigilar y luchar en los combates, Pero no todo es bonito en su bando. La falta de ideales les juega una mala pasada en la secuela, durante los hechos en Modern Warfare 2[6] ya en la tercera guerra mundial, se descubre que el general Shepherd -el cual comandaba la fuerza de invasión en medio oriente- es uno de los culpables de haber desatado la guerra, pues había orquestado un plan que tenía el objetivo de crear una guerra para en ella eliminar a los Ultranacionalistas y  recuperar el poder de Estados Unidos como la potencia militar más poderosa del mundo; plan que incluye que un agente se infiltre dentro del partido ultranacionalista y que termina con éxito con el atentado perpetrado por un comando Ultranacionalista liderado por su nuevo líder Vladimir Makarov, en el aeropuerto de Moscú en la que sería la misión más polémica de toda la franquicia[7]; los “buenos” no lo eran tanto y la falta de ideales o de Nombre del Padre les exploto en el rostro (literalmente).

Ahora bien, en un juego de guerra se necesita un enemigo, sino ¿cuál sería el chiste o justificación de su existencia como tal? En la elaboración de la trama del juego se nos construye a los enemigos, los cuales son políticamente incorrectos y Totalitarios, los “Ultranacionalistas” y la OpFor, las fuerzas militares de aquel país de oriente medio.

2. Erase una vez… en un País muy parecido a….[8]

Hoy, nos volvemos a alzar como una nación, ante la traición y la corrupción.

Todos confiamos en este hombre para que llevase a nuestra gran nación a una nueva era de prosperidad.

¡Pero al igual que nuestra monarquía antes de la revolución, ha estado cooperando con Occidente únicamente por propio beneficio!

¡La cooperación conduce a la esclavitud! ¡Y no seremos esclavizados!

Ha llegado la hora de mostrar nuestra verdadera fuerza. Subestiman nuestra decisión. Demostremos que no les tenemos miedo.

¡Libraremos a nuestra gente del yugo del la opresión extranjera como un pueblo!

Nuestros ejércitos son fuertes, nuestra causa es justa.

Mientras hablo, nuestros ejércitos se acercan a sus objetivos, mediante los cuales recuperaremos la independencia de la que fue una gran nación.

Nuestra noble cruzada ha comenzado.

Igual que arrasan nuestro país, nosotros arrasaremos los suyos.

Asi es como empieza.[9]

La escena del golpe es violenta, se inicia con un escaneo satelital de la zona desde un satélite  militar, se busca la posición del presidente Al-Fulani y es allí cuando el jugador encarna a un presidente Al-Fulani esposado y rumbo a su ejecución, te suben a un auto no sin antes golpearte, el jugador  oye de fondo el discurso de Al-Asad mientras recorre la ciudad con una fuerte presencia militar, allanamientos a viviendas, fusilamientos a la población civil y combates entre los militares golpistas y civiles leales. Te conducen a un cuartel del ejército donde al bajarte del auto, un militar te golpea para dejarte inconsciente y eres conducido a rastras a un patio con un poste central donde en medio de vítores te atan y Khaled Al-Asad te ejecuta frente a una cámara de televisión.

Párrafos arriba hemos mencionado la creación del enemigo con características totalitarias como enemigo dentro del discurso hegemónico del capitalismo tardío, Khaled Al-Asad se equipara a otros dictadores de medio oriente, como al fallecido Gadafi  además de tener un apellido muy parecido al de Siria Bashar Al-Assad; ambos dictadores tienen una propuesta política que se enmarca dentro del denominado socialismo árabe, con connotaciones nacionalistas y de panarabismo. Los símbolos utilizados por la OpFor son una bandera roja con dos cimitarras doradas cruzadas.

Volvamos al escenario político dentro de la escena, se menciona que una revolución anterior al golpe de estado había derrocado a la monarquía y el nuevo gobierno al igual que la monarquía anterior es acusada de colaborar con Occidente, este escenario se parece mucho al del actual Egipto post-Mubarak, donde a concordia con lo sucedido en otros países de la región, dentro de lo que se denomina “primavera árabe”, se llevo a cabo una revolución con una movilización popular y acción importante que logro la caída del gobierno de Hosni Mubarak en febrero del 2011; en estos momentos en Egipto todavía no cesan las manifestaciones, por la sencilla razón de que luego que Mubarak cayera el poder recayó en una junta militar que organiza un gobierno de transición y convoco elecciones en mayo del 2012, en las cuales salió elegido Mohamed Morsi, se les acusa a estos de ser la continuidad.




[1]Extracto de la introducción a la misión 1 “P.N.S.” del prologo de Call of Duty Modern Warfare.
[2] Los Ultranacionalistas ¿quiénes son estos?, pues son un partido ruso que quiere recrear la Unión Soviética, usan como distintivo una bandera roja con una estrella negra en el centro con una hoz y un martillo negro inscrito dentro de la estrella.
[3] Special Air Service (Servicio Aéreo Especial) regimiento de fuerzas especiales del ejército británico.
[4] En español: Fuerza de Tarea 141
[5] En Homefront, el jugador se enfrenta como miembro de la resistencia al ejército de ocupación norcoreano.
[6] Los hechos ocurren según la línea de tiempo del juego en un hipotético año 2016, la facción legal de los Ultranacionalistas previamente ganaron las elecciones en Rusia.
[7] Call of Duty Modern Warfare 2: Misión 4  “Nada de Ruso”, en la que el jugador puede participar activamente en el atentado disparando contra blancos civiles, al final te asesina Makarov sabiendo que eras un infiltrado y te deja para que descubran que eras de la C.I.A y que el atentado sea el casus belli para la posterior guerra.
[8] ¿Siria, Egipto, Libia, Irak, etc., etc.?
[9] Khaled Al-Asad y su incendiario discurso frente a los medios de comunicación nacionales y mundiales, antes de ejecutarte (tu estas en el papel de Yasir Al-fulani).

viernes, 28 de febrero de 2014

El goce lacaniano de la hora loca


Por Eliana Romero Padilla. Antropóloga UNMSM
La primera vez que escuche hablar de la hora loca, fue hace mucho, en una de las reuniones familiares, no sabia de que trataba pero me imagine un payazo frente a mi bailando como loco y divirtiendo a los demás. Dentro de mi imaginario estaba ese significado pero no el significante, es decir lo que podría darme la certeza de que se trataba de algo así como lo imagine por un momento. Así empieza mi primera experiencia con respecto a la hora loca.
Un día en medio de tanta música y amigos mientras conversaba con uno de ellos,  apagaron las luces de la casa y sonó una pista de baile que parecía no tener final, para poder darse un respiro. Se trataba nada más y nada menos que la famosa hora loca, conformada por unos tres arlequines, vestidos de colores llamativos, que por cierto se ven muy curiosos por sus brillos y antifaces que usan. Una hora loca podría  estar dentro de toda una temática, es decir, los que llevan la diversión por una hora se disfrazan de acuerdo al personaje que mas le simpatice a la victima. La hora loca se ha vuelto todo un icono de los cumpleaños de niños y grandes, matrimonios, quinceañeros y eventos grandes de algunas empresas o instituciones. Este tipo de sucesos son  variados, aunque al final después de haber sido victima de varias horas locas, incluyéndome en uno de ellos. Hace un par de años tuve como parte de mi sorpresa de cumpleaños. Ahora ya no me parece tan interesante, ha llegado a un punto en el que se ve que esta sobre entendido que habrá una hora loca sin tener que darlo a conocer,  ya no es tan interesante ver la misma cosa siempre. Es mas es raro no ver una hora loca en una fiesta o una discoteca.

Es esta la razón por la he escrito este ensayo, por tantas horas locas que he ido sin saber que se daría el caso, me llegó a gustar mucho en su momento, incluso pensé que podría llegar hacer parte de una de ellas. Idea que paso por mi mente por ser novedoso, pero mas lo veía como un negocio ya que vivimos en un mundo donde lo extravagante y fantasmal es novedoso y da dinero, creo que hasta esa idea que acabo de escribir es parte de tanta hora loca, que podría sonar loca. 

Al pasar el tiempo puedo afirmar que vivimos dentro de un contexto donde parecemos como si estuviéramos invadidos por algunos gustos ajenos a nosotros mismos, esto se evidencia en la hora loca. Considero que es un objeto cultural, en primer lugar objeto porque se puede depender de ella, si nosotros los deseamos y porque  podemos actuar de la manera como se nos antoje. Y por otro lado es cultural ya que es parte de nuestra sociedad y esta formada por una estructura implícita hasta que se da a conocer, es decir un momento planeado donde vale todo al ritmo de la música. Sino por qué crees que se va a una fiesta, acaso no es por sentirte bien y porque lo quieres hacer, o tal vez porque estas con tantas preocupaciones o tristezas que necesitas salir y justo ese día vives el espectáculo y bailas como nunca, gracias a la hora loca.

¿Por qué  se denomina Hora Loca? La hora loca es un tiempo, un momento delimitado con el objetivo de llevar la diversión para los otros  y sentirse alegre como ellos, no dejar de bailar ni un minuto y si eres de los que se queda sentado mirando, será el indicado para ser el centro de atención. Creo que esta dirigido para los menos bailarines, de una u otra manera todos participan, grandes y pequeños. En este contexto sostengo que estar sujeto a este tipo de objeto cultural es parte de toda una subordinación impuesta en el momento sin alternativa a otra. Es decir, es estar dentro del goce del otro sujeto.  Por lo tanto sostengo que, quien parte que gozar no es una trasgresión sino es lo que tú debes hacer dentro del sistema: lo que se debe hacer, es decir, el sujeto es libre de gozar o disfrutar para eso el objeto debe elegir correctamente.

Es aquí, donde existe una relación el goce del uno mismo y el goce por el otro, cuando llega un momento como éste, estamos subordinados por este momento, es mostrarnos libres de cualquier angustia que tengamos y solo solemos reír, bailar, vacilarnos, jugar , hacer cualquier cosa con tal de estar sintonizados en esta hora, queramos o no, y si no lo logramos otros nos hacen participes de sus coreografías y nos adornan con tantos colores, pitos, collares de colorines, globos, sombreros entre otras cosas que pueden parecer graciosas. Estamos sistematizados por un conjunto de objetos culturales que son parte de uno solo.

Esta hora loca puede ser considerada como un momento de catarsis dentro del  ser humano donde puede dar a conocer  una acumulación de alegrías encontradas, donde se desborda de emoción por tanta algarabía, donde no puede controlar su goce y participa sin darse cuenta que lo que esta haciendo esta bien, cuando luego podría saber que no imaginaba hacerlo. Así también lo menciona Marita Hannan en uno de sus textos, del cual puedo proponer  que es el objeto del consumo lo que se reivindica a través del imperativo insaciable y cínico, “goza lo que puedas no es seguro que haya un mañana, tampoco un ayer”.

En buena cuenta, el propio sujeto es el objeto del mercado. La existencia solo parece constatarse en la búsqueda insaciable de una plenitud anhelada pero siempre esquiva en la que el sujeto intenta revelarse frente a los excesos de otro social que lo ignora y lo reduce a no ser más que un esclavo del imperativo inconsciente de gozar en el cual desaparece toda capacidad de decisión respecto del propio destino. El destino que tal vez no quiso estar dentro de esta hora loca. No solo se habla de un destino sino de una decisión no tomada ni menos planeada.  

Este imperativo perverso al goce se trata de una mercancía y se relaciona con la frase mas llamativa, que dice trabaja ahora y goza después. Si lo vemos desde este punto de vista lacaniano, la hora loca es un mito, una costumbre que para muchos hoy resulta parte de lo cotidiano dentro de la palabra diversión. Puede darse el caso que uno decida estar dentro de esta temática y por lo tanto, uno mismo puede elegir tener un momento como este en su reunión. Eso es el imperativo perverso, el lograr lo que se quiere y si se quiere con la hora loca que todos estén contentos y alegres, pues se lograra.

Este goce es trasgredido, este goce es la hora loca que esta dentro del imperativo del otro y como se entiende desde la perspectiva del otro es el otro sujeto que te lleva a su goce, es el goce ajeno, es decir, es el instrumento del goce del otro. Y estos imperativos llevan a los sujetos a buscar nuevos refugios, como se da cuando se presenta, de forma inesperada, la hora loca en una reunión, dónde no te queda más que estar refugiado con una sonrisa; como si todo estaría bien y nada importa en ese momento.

Es mas así como lo demuestran los talk shows de la televisión, los vicios están hechos para la mirada pública, y esto no solo porque las cámaras de televisivas son omnipresentes sino porque la sociedad de mercado conmina al sujeto a distanciarse de las virtudes colectivas y hacer valer su derecho a gozar como individuo a expensas de los demás.

Propongo, que la hora loca no es verdaderamente transgresiva sino es una mercancía post-alegre  que responde al imperativo a gozar sin límites de diversión que la hora loca en la que esta sometido el individuo narcisista.

Ahora bien dentro de este contexto que estoy desarrollando en cuanto a la hora loca, puedo afirmar que cuando se da este tipo de evento en nuestras vidas, se esta armando un sistema en el cual se sabe que el otro llamado así con letras minúsculas, es referido al semejante, o sea en este caso seria, los invitados participantes dentro de tu hora loca. Y llamado el Otro con letra mayúscula, seria el orden simbólico como son las leyes y ordenes sociales, que socializa el cuerpo y hace de él un sujeto. Para eso digo que el Otro son los demás, un los demás abstracto de quien el sujeto a otorgado la autoridad para decirle quien es y quien debe ser.

Desde la interpretación de Juan Carlos Ubilluz,  existe Otro que no existe donde se puede pensar que han desaparecido los principios sociales que rigen la existencia humana y que vivimos en un mundo donde todo esta permitido y cada quien hace lo que quiere, es evidente que hay principios que rigen nuestra vida social como son los mercados y por mas individualista que nos parezca la gente de hoy, pocos son los que en verdad actúan de acuerdo a la singularidad de su deseo. Por lo tanto el Otro que no existe, alude a que el sujeto contemporáneo ya no cree en una comunidad universal, es decir, en otro con metas colectivas que deban primar sobre los intereses particulares e individuales.

Por lo tanto, la inexistencia del Otro es suplida por un orden narcisista en el que el yo se eleva al estatuto de el objeto digno de amor y el otro (el semejante) decae al estatuto rival. Enlazando al capitalismo este orden imaginario, este orden es el orden del yo de sus espejos y fantasías (hora loca), conduce al sujeto hacia el cinismo y la perversión.

El cinismo y la perversión son las que hacen del sujeto un yo-súbdito de una voluntad ajena, así como se ve en el momento preciso cuando se da inicio a la hora loca, entonces seria la voluntad ajena, también la voluntad del mercado; que propone la hora loca donde solo nos queda mas que ser parte de ella, sin nuestro consentimiento. Entonces dentro de esta perspectiva que propongo como se ve el sujeto, tal vez como un súbdito como lo mencione líneas arriba. Pero para entender mejor este párrafo compartiré algunas precisiones que son necesarias para entender por qué dentro del contexto de la hora, visto como un objeto cultural es parte de la modernidad y la postmodernidad que ha modificado la relación entre el sujeto y el Nombre-del-Padre, el significante de autoridad que soporta al gran Otro.

Si bien es cierto que el mencionar el nombre del padre evoca un tipo de poder, con el cual el sujeto esta atado a lo que este desea, en la realidad material del capitalismo favoreció a la separación del individuo de sus actividades tradicionales de producción y consumo, ambas percibidas como intrínsecas a su ser. Es decir, la encarnación moderna del Nombre del Padre, la razón sostenía la creencia en el Otro como civilización universal, como sociedad única para todos los individuos, este nombre del padre es capaz de generar nuevos valores sociales.

Desde mi punto de vista, en este caso el poder de generar un nuevo estado del súbdito dentro de la "hora loca".  Algunos consideran novedoso y moderno la hora loca, dentro de esta modernidad que esta creciendo en nosotros mismos, el Nombre del Padre acoge esta función poética, subversiva, creadora, es decir, el poder de nombrar y hacer existir, lo que no existe. Así comparo este caso con el de la hora loca, cuando en una fiesta, no necesariamente existe alegría y sonrisas de oreja a oreja de cada invitado en la reunión, sino que se genera de acuerdo a lo que se presenta, como lo hace la hora loca, quien genera la alegría que falta en la fiesta. Un lugar donde tal vez, no lo hay.

El Nombre del Padre es la instancia de la cual se sirvieron los amos del progreso para violar las normas del orden simbólico existente y hacer existir algo nuevo, es decir un nuevo orden simbólico. Así como lo mencione líneas arriba esta temática o estructura de la hora loca es parte de un hombre moderno y postmoderno procura en ellas un goce que supone propio a su individualidad; y para validarlo él se sirve de un nombre del Padre, como ocurre en la hora loca, donde le otorga la autoridad al sujeto y lo conmina a integrar una comunidad identificada con el goce (hora loca). El ocaso del nombre del padre trae entonces, consigo la multiplicidad postmoderna de los nombres del padre, nombres que resucitan o nacen la creatividad, que reivindican lo real sino mas bien el narcisismo de lo particular, el goce de ser parte de un todo como yo.

Concluyo que este breve ensayo, nos muestra  lo que realmente puede significar, el concepto real de la hora loca viéndolo desde el  punto de vista  de las pistas que ofrece el psicoanálisis lacaniano. Desde una visión política la hora loca es parte de nuestro mercado, donde impera el sistema capitalista, se ha vuelto lo esperado e inesperado a la vez. Es parte de nuestro deseo del goce del otro, del Otro quien es crea nuevas realidades sociales. Muchas veces nos cuesta aceptar que estamos sujetos a los mandatos que nos imponen o al poder que se nos ponen frente a nosotros, el gozar es sentir el placer absoluto, es el placer o el goce que debería ser propio y decidido por nosotros mismos y no por el otro. Por lo tanto, el sistema de la hora es un ejemplo claro de como es que se uno se siente subordinado a un ambiente no deseado, en ese preciso momento. Así no estamos siendo dueños de lo que queremos gozar; ahora no se trata de gozar por gozar sino de un goce equilibrado que sea creador. Este goce por otro es trasgredido por ese otro al ser nosotros los súbditos de su goce del otro.

Bibliografía:

JUAN CARLOS UBILLUZ, Nuevos súbditos: cinismo y perversión en la sociedad contemporánea. IEP Ediciones, primera edición mayo 2006.

MARITA HANNAN, Batallas por la memoria. Batallas por la memoria: antagonismos de la promesa peruana. Encrucijada de la política ética y verdad. Primera edición junio 2003.

viernes, 4 de octubre de 2013

La Promesa Cínica: tócame que soy realidad



Por: Raúl Rosales León.

El 19 de Agosto en la Universidad Pacífico se realizó un evento para presentar el libro de Alberto Vergara titulado Ciudadanos sin República. ¿Cómo sobrevivir en la jungla política peruana?, organizado por el colectivo Coherencia. Ese día de la presentación no pude intervenir en la rueda de preguntas porque se hicieron respetar las reglas de juego institucional. La señorita de Coherencia que apoyó la realización de la actividad con el espíritu de Douglass North atinó con elegancia y sutileza a quitarme el micrófono de mis manos porque ya se había cumplido la cuota de la ronda de intervenciones. Entonces aprovecho estas líneas para hacer mi intervención con efecto retardado para seguir analizando los problemas y promesas de la jungla política peruana que Alberto Vergara con mucha creatividad aportó con su libro.

En primer lugar señalar que el libro de Alberto Vergara es justo y necesario. El autor es un intelectual público que hace dos interrogantes cruciales ¿qué define a nuestra época? y ¿Cuál su carácter y cuáles sus contornos. El conjunto de artículos que contiene el libro son la melodía que se enmarca en dichas preguntas en los cuatro capítulos del texto. Personalmente, me agrado bastante leer el texto por su capacidad de ingenio, ironía y trasgresión con una fina pluma y buen estilo para desplumar a las élites que no son élites, la fragilidad de la institucionalidad de las República, las contradicciones de la izquierda, entre otras exquisiteces políticas. Por ese motivo, he recomendado su lectura a mis colegas de profesión, trabajo y militancia política; y a partir de ahora compraré la Revista Poder para seguir aportes analíticos de Vergara en la democracia sin partidos made in Perú.


La promesa que no fue promesa para el capitalismo popular


Retomaré a una enunciación de Vergara en el día de la presentación. Luego del magistral comentario del sociólogo Felipe Portocarrero quien es Rector de la Universidad Pacífico, Vergara dijo: “Me has hecho repensar una serie de temas, éste es el problema de juntar una serie de artículos de diferentes matices en solo libro, has (Portocarrero) mejorado mi introducción”. Si bien suscribo las reflexiones y trasgresiones de los artículos de Vergara, tengo algunas observaciones con el ensayo introductorio que explica los últimos 20 años en el Perú que es sintetizado por la metáfora “crecimiento infeliz” enunciado por Alfredo Torres.


En base a la paradójica metáfora Alberto Vergara afirma que el Perú contemporáneo está definido por el desencuentro de dos promesas: la republicana y la neoliberal. Mientras que la promesa republicana es un continuo fracaso, la neoliberal cumplió su promesa en la tierra. Según el autor el crecimiento económico, los mercados desregulados, la desigualdad si hacía falta, el individuo como consumidor y/o empresario se hizo realidad. Entonces el neoliberalismo a la peruana se sostiene sobre la confianza del capitalismo popular, mientras dicha promesa toca realidad, la promesa republicana sigue causando decepciones. A continuación enfocaré mi análisis deconstructivo en la promesa neoliberal que es utilizada por el autor para justificar la argumentación de una República sin Ciudadanos.


En el ensayo de Vergara se argumenta que el éxito neoliberal radica, en gran medida, en la conexión que ésta logró con el Perú popular. El neoliberalismo promete libertad, mercado y emprendedores, siendo Hernando de Soto quien adaptó esta ideología a la realidad peruana en los ochenta. Vergara señala que las élites peruanas fueron persuadidas progresivamente a un discurso que nunca había calado en el Perú: el mercado, agentes libres, títulos de propiedad y empresarios populares. En esa lógica, la promesa neoliberal a la peruana se sostiene sobre la confianza del capitalismo popular. 
Frente al guion argumentativo de Vergara, mi posición es que la promesa neoliberal nunca fue prometida como victoria electoral, sino que se quedó a medio camino en la campaña presidencial de 1990. El escritor liberal Mario Vargas Llosa (MVLl) en calidad de candidato presidencial del FREDEMO enunció con bastante sinceridad y franqueza la promesa neoliberal en el Perú. “El Gran Cambio” con un fondo musical épico fue su discurso de campaña que sintetizó el programa político que surge en un contexto de crisis política, social y económica del Perú. La enunciación de la promesa neoliberal a través del shock neoliberal. Si MVLl hubiese ganado las elecciones la promesa neoliberal pisaba tierra, pero en la segunda vuelta electoral el desconocido Fujimori fue elegido. Entonces la primera observación es que la promesa neoliberal fue rechazada tajantemente por la mayoría de peruanos y, en especial, el sector informal denominado por los neoliberales como el “capitalismo popular” (Hernando de Soto).


Pero irónicamente, este capitalismo popular no confió en la promesa neoliberal enunciada por MVLl. Según Grompone los votantes de Cambio 90 fueron en su mayoría los campesinos de las provincias más pobres de los Andes, los migrantes que hicieron crecer a los barrios periféricos de la ciudad de Lima, los obreros, los vendedores ambulantes, los trabajadores y los dueños de los pequeños talleres, los maestros y otros sectores de una clase media empobrecida. En la misma lógica, Degregori señaló que la votación de Fujimori provino abrumadoramente del polo más golpeado por la modernización en crisis: pobres, provincias, andes, cholos e indios. Entonces, los protagonistas del capitalismo popular no votaron por la promesa neoliberal, sino por el voto de la salvación y el salto al vacío. Entonces, la narración que hace Vergara sobre la buena relación entre capitalismo popular con el éxito de la promesa neoliberal tiene algunas limitaciones. Es menester señalar que el capitalismo popular existió antes de la promesa neoliberal y, por ende, el mundo popular no necesitaba dicha promesa.


El centralismo y modernidad de las principales capitales del país, en especial, la ciudad de Lima hizo surgir en el imaginario rural el mito del progreso (Carlos Iván Degregori) en donde millones de campesinos en vez de buscar un Inca (plasmado el mito de Inkarri) anclado en el pasado, prefirieron buscar el progreso mirando el futuro. “Las locas ilusiones me sacaron de mi pueblo y abandoné mi casa para ver la capital” es la letra de la canción El Provinciano de Luis Abanto Morales que grafica en el imaginario popular el fenómeno migratorio. Este fenómeno fue masivo y ocurrió a mediados de la década del 40 del siglo pasado en donde surgen nuevos actores cholos en la ciudad. La irrupción del Otro Empresario(Valdivia y Adams) emergente en la ciudad criolla estructuraba una ética del trabajo de los migrantes en Lima. “Soy muchacho provinciano me levanto muy temprano para ir con mis hermanos ayayay a trabajar” es la letra de la canción Soy Provinciano de Chacalón que narra las vicisitudes y esperanzas de progresar en la ciudad. El Desborde Popular (Matos Mar) en donde los migrantes cambiaron el rostro de la ciudad de Lima y el Otro Sendero (De Soto) que visualizó a los mercantilistas que utilizaban el Estado para beneficio propio, haciendo que los migrantes construyan su futuro económico en la informalidad: el capitalismo popular.


Si los migrantes y cholos protagonistas del capitalismo popular elogiado por Mario Vargas Llosa en el Prólogo del Otro Sendero (De Soto) hubiesen creído en la promesa neoliberal, entonces el candidato del FREDEMO hubiese sido Presidente del Perú. Un presidente de novela. Pero se construyó otra novela porque existieron factores étnico-culturales que hicieron que los protagonistas del capitalismo popular rechazaran políticamente la promesa neoliberal. Mario Vargas Llosa en el imaginario popular estaba al lado de los ricos (incluyendo a las fuerzas políticas de izquierdas y el APRA).


Esta parte de la historia desdibuja la coherencia del guion argumentativo de Vergara quien construye la imagen de un capitalismo popular con una conexión armoniosa con la promesa neoliberal. De ahí que Vergara proponga la hoja de ruta: del capitalismo popular al republicanismo popular. Pero la promesa neoliberal no se hizo realidad con el capitalismo popular, sino que fue el mito del progreso.


Según Degregori, la escuela, el comercio y en algunos bolsones el trabajo asalariado son los principales instrumentos para esa conquista de las ciudades empujado por el mito del progreso. Pero el mito tiene sus límites, según el autor: “más allá de la muerte de los mitos, germinan y esperan su momento Sendero Luminoso y su gemelo antagónico: el fascismo”. En este contexto surge el verbo político de la promesa neoliberal que luego del crecimiento infeliz fue realidad para los neoliberales.


La promesa que si fue promesa para los neoliberales


Si la promesa neoliberal enunciada por MVLl fue rechazada por el capitalismo popular, entonces la interrogante es ¿cómo logró triunfar? La respuesta es muy simple: por la promesa cínica del no al shock neoliberal. El neoliberalismo a la peruana luego del triunfo electoral del Ingeniero Fujimori no fue una promesa hecha realidad, sino una imposición cínica. Una imposición aplaudida y soñado por los neoliberales. En ese contexto histórico, el General Pinochet en Chile era un caso de imposición de política económica neoliberal en Latinoamérica.


Fujimori ganó sin plan de gobierno, sin partido político y sin base social de apoyo. Entonces frente a la hiperinflación y crisis económica heredada del hiperpopulismo de Alan García, Fujimori tomó el plan de gobierno de los neoliberales para emprender la llamada promesa neoliberal: un giro económico al margen del electorado que voto por el no shock neoliberal, pero muy beneficioso para una elite de empresarios, políticos y técnicos que perdieron en las elecciones de los 90tas. Luego de 20 años de crecimiento infeliz los mayores beneficiarios de dicha promesa fueron los vecinos del balneario de Asia: la promesa neoliberal fueron para los neoliberales, pero no de sus trabajadoras del hogar.


El balneario de Asia es un indicador del desarrollo económico en el Perú que no fue protagonizado por el capitalismo popular. En el ensayo de Vergara no visualiza el motor del crecimiento económico del neoliberalismo: la matriz económica primario exportadora. El crecimiento de los índices económicos y los ingresos fiscales récord en las últimas décadas en el Perú no lo generaron los protagonistas del capitalismo popular porque éste sector emerge en la informalidad. Un caso actual es la minería informal que no paga impuesto a la renta y sus derivados como canon, gravamen minero, regalía mineras, fondos sociales, responsabilidad social empresarial, entre otros. En cambio, el extrativismo neoliberal aportó a la renta minera el 20% de los ingresos fiscales del Perú y las actividades de ese sector representan el 60% de las exportaciones peruanas.


Según Carlos Monge, el crecimiento económico global ha traído consigo una creciente demanda y altos precios por los minerales y los hidrocarburos en los mercados internacionales, las que a su vez han estimulado un boom de inversiones en grandes proyectos de exploración y extracción de estos recursos naturales no renovables en la región. Este boom de las inversiones en el Perú fue canalizado por los neoliberales en clave extrativista que tuvo como punto de partida el autogolpe de Estado del 5 de Abril de 1992 en donde las Fuerzas Armadas apoyaron el giro económico neoliberal de Fujimori. Con la captura de los líderes subversivos de Sendero Luminoso y el MRTA, Fujimori obtuvo el poder total para el cambio de Constitución Política. A partir de la Carta Magna de 1993 se estableció las nuevas reglas de juego en materia económica. Por este motivo en la última carta del Fujimori desde la cárcel, hace recordar al Presidente Ollanta Humala que la pujanza económica se debe a la Constitución de 1993, mientras que los gobiernos posteriores a su mandato (Toledo, García y Humala) solo se dedicaron a cosechar los frutos que él sembró con sus diez años de gestión.


Entonces el desarrollo económico neoliberal en el Perú no adormeció con sus carencias institucionales, como señala Vergara, sino que fue todo lo contrario. El fortalecimiento organizacional de las islas de modernidad y eficiencia (Julio Cotler) como el Ministerio de Economía y Finanzas, Superintendencia de Bancas, INDECOPI, entre otras hicieron factible establecer solidas instituciones para incentivar el crecimiento económico en base a la matriz primaria exportadora. Lamentablemente esto no sucede, según Julio Cotler, con los Ministerios de Salud y Educación. El piloto automático en materia económica tiene fuertes bases institucionales gestionado por los tecnócratas y liderados por Ministros del MEF en base a su enfoque por resultados. Su promesa cínica tocando realidad con la mano invisible del Estado que según Francisco Durán los intereses privados han capturado el Estado. Esta mano invisible fue factible porque durante el gobierno de Fujimori, todos los ocupantes del Ministerio de Economía y Finanzas y del Ministerio de Industria han sido empresarios, empresarios economistas, político-empresarios o profesionales vinculados con el sector privado. Y esta tendencia se mantiene hasta la actualidad.


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Más allá de las observaciones deconstructivas, el texto de Vergara es importante por la preocupación por la República Peruana. El conjunto de artículos estructurados es una invitación a la reflexión sobre la jungla política peruana y repensar la forma de hacer política. Aprovecho estas líneas para felicitar la iniciativa del colectivo Coherencia en propiciar el debate a través de la presentación del texto de Vergara y, sobre todo, agradecer a la señorita de dicho colectivo quien hizo respetar las reglas de juego institucional en la ronda de intervenciones. Y de paso me obligó a escribir mi intervención en efecto retardado.

Finalizo señalando que la institucionalidad es fundamental para la construcción de una República, y al acercarse el Bicentenario de la Independencia del Perú es justo y necesario trascender la clásica celebración folclórica sobre el hecho histórico para imaginar críticamente la construcción de una República de ciudadanos y ciudadanas.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Antropólogos/as en aislamiento voluntario




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Por: Raúl Rosales León.
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En una noticia de Euronews se mostró la existencia de los pueblos indígenas en situación de aislamiento voluntario y contacto inicial. Las imágenes inéditas de esta población en plena selva produjo la clásica dicotomía entre un nosotros civilizado televidente y la otredad salvaje sin smartphones. La fascinación de la mirada occidental por lo exótico había regresado.  Pero éste tipo de fascinación siempre fue cuestionado por Carlos Iván Degregori que de forma magistral invirtió esta mirada presentando a las élites limeñas de las playas de Asía: ellos también puede ser presentados como una población en aislamiento voluntario del resto del país. Las élites aisladas en sus ínsulas veraniegas en donde se hace realidad la promesa neoliberal.   
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La semana pasada se realizó la jornada curricular 2013 organizado por la Escuela Profesional de Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En este evento también se pudo comprobar que el fenómeno del aislamiento no es propio de los pueblos indígenas de la Amazonía o de las élites limeñas de Asia. Irónicamente se incluye al nosotros etnográfico diverso. El objetivo del siguiente artículo contribuir al debate y diálogo sobre la necesidad de mejorar los aprendizajes de los estudiantes de antropología en una sociedad compleja como la peruana en el contexto de la globalización.
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Había pasado un año desde que escribí un artículo titulado la Otredad Estudiantil Antropológica, que narraba y analizaba las Jornadas Curriculares etnográficas en San Marcos. La pasada semana (lunes 19 de Agosto) la Comisión Curricular presentó a la micro-comunidad sanmarquina los resultados de su trabajo. Con una vocación democrática se abrió el diálogo entre profesores y estudiantes para llegar a consensos sobre la forma de llevar los seminarios de investigación, construir el perfil de los egresados de antropología, las formas de mejorar la enseñanza, entre otros.  La moderación del taller fue llevado a cabo por Fabiola Yeckting  y Pablo Sandoval quienes dirigieron en pared la jornada curricular y el plan de mejora.  En mi calidad de profesor invitado del curso de Estudios Culturales asistí a los dos primeros días de la jornada. En el primer día fue interesante porque se plantearon varias posturas sobre llevar las líneas de investigación para la elaboración de tesis. Al finalizar la actividad, Sandoval planteó una serie de interrogantes para la construcción del perfil del estudiante sanmarquino los cuales se trabajaría el día siguiente.
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En el segundo día de jornada, estaba todo preparado para continuar con el dialogo abierto e intercambio de puntos de vista para mejorar la enseñanza de la antropología. Se inició la jornada y la moderadora Yeckting abrió la rueda de intervenciones.  En ese momento levanté la mano para hablar sobre el perfil del egresado de antropología, siguiendo uno de los rasgos de los componentes del plan de estudios 2013 conformado por la apertura al “diálogo interdisciplinario”. En esa lógica, mi propuesta consistió en incluir el curso de Estudios Culturales en calidad de electivo en el IX semestre porque éste aporta en abrir el diálogo interdisciplinario dentro de las ciencias sociales.  Algo que no hacían otros cursos electivos como parentesco y nuevas formas de afinidad, temas en estudios urbanos, amazónicos y andinos. Entonces, frente a estos cursos que simplemente ofrecen más de lo mismo (porque también son cursos obligatorios),  mi propuesta fue abrir una perspectiva teórica que contribuya a la mejora de los aprendizajes de los estudiantes en clave interdisciplinaria.  

Un  alumno egresado también intervino señalando que sería oportuna la inclusión del curso de Estudios Culturales porque aportaría una competencia al egresado en la lógica de apertura interdisciplinaria.  Luego de un momento a otro, Pablo Sandoval tomo la palabra, cortando la rueda de intervenciones, para transformar a la Comisión Curricular en una entidad promotora de la Consulta Previa de los Pueblos Indígenas. Con el espíritu del Reglamento de la Consulta Previa (Decreto Supremo N° 001-2012-MC), Sandoval asumió la representación de los integrantes de la Comisión para tomar por su propia cuenta la decisión final: “los Estudios Culturales no se incluye en el plan de estudios”, fue la sentencia.  Luego del relato de una micro-historia al paso sobre la antropología en el Perú, Sandoval justificó la exclusión del curso por ser “postmoderno” y porque no había relación con la antropología. Después la moderadora, Fabiola Yeckting hizo un micro-balance sobre el debate planeado por los Estudios Culturales señalando que si bien es interesante dicha teoría, ésta se encuentra incluida en el curso Pensamiento Antropológico 3.  Parecía que ambos colegas no estaban de acuerdo sobre la relación entre los Estudios Culturales y la antropología: por un lado Sandoval lo margina de la antropología, por otro Yeckting lo incluye  en el pensamiento antropológico.
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Luego de una serie de intercambio de posturas sobre la pertinencia del curso, se había llegado a las raíces epistemológicas para saber sobre qué se estaba hablando cuando se enunciaba términos como cultura, teoría, interdisciplinario, contemporáneo, postmoderno, entre otras exquisiteces conceptuales. Lo irónico del asunto es que las mismas interrogantes también había sido punto de agenda de la jornada curricular del año 2012, y seguro que el siguiente año se tocaría el mismo punto. Finalmente se pudo incluir la propuesta de inclusión del curso de Estudios Culturales en la Comisión Curricular con cierta incomodidad de la moderación colegiada.     
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Algo que llamó la atención, fue la postura de la Comisión Curricular de exclusión del curso de Estudios Culturales sin consulta previa. Una cosa es que a los miembros de la Comisión no les guste el curso (y tiene todo su derecho de cuestionarlo y criticarlo), pero otra cosa es construir un perfil de los egresados de antropología como una especie de población en aislamiento voluntario. Un aislamiento sobre el debate actual que ofrece la teoría sin disciplina de los Estudios Culturales. Por un lado la Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales (conformado por la Universidad Católica, Universidad Pacífico y el Instituto de Estudios Peruanos) promueven el debate y la producción de conocimiento sobre la relación entre cultura y poder, pero en San Marcos se aísla a los estudiantes sanmarquinos a ignorar la propuesta académica y política de los Estudios Culturales. Antropólogos/as en condición de aislados y contacto inicial post-exóticos.
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¿Por qué se asume una postura de una pureza antropológica sin contaminación postmoderna? ¿Por qué se reproduce una posición paternalista frente a los estudiantes como ausentes de agencia para decidir sobre los cursos que desean estudiar? ¿Por qué se considera a los Estudios Culturales como un fetiche de la postmodernidad? La respuesta es un misterio y, en especial, en el colega Sandoval quien fue compilador junto con Ramón Pajuelo de un libro titulado Globalización y diversidad cultural. Una mirada desde América Latina (2004) publicado por el Instituto de Estudios Peruanos. Un texto que promueve un debate en donde e incluye a los Estudios Culturales como un referente teórico a tomar en cuenta para el análisis de la realidad latinoamericana.  Los compiladores ofrecen un balance de mencionada teoría:
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“parten de una búsqueda deliberada de romper las amarras entre teoría y poder, cuestionamiento de la noción de objetividad científica y reivindicando la posibilidad de generar saberes para la intervención política-simbólico.  Estas premisas, que le dieron sentido a los Culture Studies durante el periodo inicial en Birminghan, Inglaterra, han inspirado un abordaje sumamente crítico de las disciplinas sociales, especialmente de la antropología. Los estudios culturales reivindican el cruce de las disciplinas, así como una forma de razonamiento desligada de los marcos disciplinarios, por lo cual postulan una suerte de indisciplinamiento de las ciencias sociales, así como una trama transdisciplinaria” (2004: 5-6)



 
Resulta irónico que la tendencia teórica satanizada por Sandoval por su contaminación postmoderna a la pureza del pensamiento antropológico fuese resaltada como importante en el año 2004. Un caso más de memoria y olvido en el Perú. La postura de Sandoval en la Jornada Curricular fue contradictoria, él si puede conocer y cuestionar, pero los estudiantes deben mantenerse al margen de los Estudios Culturales. Pero esto no es una novedad. La Escuela de Antropología también estuvo al margen de los Estudios Culturales en mis tiempos de estudiante en San Marcos. 
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En el año 2001 tuve conocimiento de esta tendencia teórica a través de un seminario sobre Estudios Culturales y, posteriormente, por el texto Estudios Culturales. Discursos, poder, pulsiones (2002) publicado por la Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales. Los editores (Gonzalo Portocarrero, Víctor Vich, Santiago López Maguiña y Rocío Silva Santisteban) sintetizan la idea central del texto en la contratapa: “En los últimos años la revaloración de lo simbólico ha hecho de la cultura un área de creciente interés para estudiosos de diversas disciplinas. Antropólogos, filósofos, historiadores, sociólogos, críticos literarios, psicoanalistas  están tratado de responder las mismas preguntas…desde un diálogo con nuestra realidad compleja e inacabada”. De los 32 investigadores de ciencias sociales que participaron en el seminario y la publicación, solo dos fueron colegas del campo antropológico: Norma Fuller y Carlos Iván Degregori fueron quienes aportaron al diálogo interdisciplinario en los Estudios Culturales.
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Cuando los Estudios Culturales se hacían presente en la comunidad académica de ciencias sociales, la Universidad San Marcos vivía su primavera democrática luego de los tiempos autoritarios del fujimorismo. Existió un contexto institucional de apertura con participación de docentes y estudiantes para reformular los planes curriculares en las diversas escuelas de las facultades.  En el caso de la Escuela Profesional de Antropología el debate sobre el nuevo plan de estudios se inició en el año 2001 y fruto del diálogo y la reflexión se estructuró el Plan de Estudios 2004 en donde se incluyó por primera vez en la historia de la antropología el curso de Estudios Culturales (en el X ciclo). Luego con el pasar de los años, se volvió hacer el Plan de Estudios 2009 como producto del péndulo democrático sanmarquino, y el curso Estudios Culturales se mantuvo. Pero ahora con el  Plan de Estudios 2013 el panorama de mencionado curso es complicado porque  se encuentra en proceso de extinción en el pregrado de antropología gracias a los miembros de la Comisión Curricular. Un curso acusado con mucha ligereza de contaminación postmoderna, una representación tan estereotipada como enunciar que San Marcos está tomada por los jóvenes del MOVADEF.  
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Más allá de mi interés académico por los Estudios Culturales, existe una institucionalidad de esta teoría sin disciplina en los nuevos planes de estudios de antropología desde los años del post-fujimismo. No fue un capricho o una invención que surgió de la nada postmoderna. Esto fue parte de un contexto de construcción apertura académica e interdisciplinaria para comprender los complejos problemas del Perú en el proceso de la globalización.  Por este motivo, el debate está abierto, la Comisión Curricular de manera institucional debe volver analizar la pertinencia del curso en cuestión junto con la participación de los estudiantes. Dejar la posibilidad para que los estudiantes puedan elegir dicho curso como parte de la construcción de sus aprendizajes en clave interdisciplinaria.   
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Los últimos hechos de policías infiltrados en una asamblea universitaria en San Marcos, quienes al ser descubiertos por los estudiantes, dispararon con arma de fuego al aire son un indicador de la crisis institucional del Estado peruano. Irónicamente en la misma hora de este incidente, en la plaza San Martín se hacía memoria de los diez años de entrega de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.  La crisis institucional también está presente en San Marcos por el deporte de los decanos interinos vitalicios y otros vicios más. Por este motivo, es justo y necesario la construcción de canales de diálogo para buscar la mejora democrática de la universidad y de los aprendizajes necesarios que oriente una apertura interdisciplinaria de los egresados. Promover que los estudiantes observen más allá de sus ombligos disciplinarios para analizar, criticar y proponer porque la universidad no está en aislamiento voluntario de la sociedad.